Anécdotas inmobiliarias #1: Cucarachas y reservas
Comienza una nueva serie de catastróficas desdichas.
Una newsletter donde aprenderás cosas importantísimas para que tus inversiones no terminen siendo un infierno de la mano de los errores que otros cometieron.
Ya sabes, aprender de la experiencia de otros nos ahorra muchos problemas.
Cucarachas como inquilinas
Te adelantamos el error antes de entrar en la anécdota.
Revisa siempre las últimas actas de la comunidad.
Era 2018 antes de la pandemia y uno de los 6 miembros del Club recibió la llamada de socorro de un antiguo cliente.
‘Mi casa está llena de cucarachas y no lo sabía’
El cliente había comprado para invertir y alquiló el inmueble desde el minuto 1.
A los pocos días de entrar el inquilino, aparecieron cientos de cucarachas en la vivienda.
¿Te imaginas que pasó?
El inquilino se marchó y no pudo alquilarlo en bastante tiempo.
El motivo principal era que la comunidad tenía una plaga de cucarachas en los bajos del edificio y estaban esperando una empresa de fumigación para solucionar el problema de raíz.
La derrama estaba aprobada pero no pagada.
La actuación estaba prevista para 3 meses después de la compra del inmueble.
Y al final tuvo que hacer frente a la derrama y no pudo alquilarlo hasta pasados 5 meses.
Puede no parecer grave ahora mismo pero si es tu primera inversión y la renta del alquiler es la que paga la hipoteca, duele.
Esto son cosas que no se tienen en cuenta en los excels de rentabilidad que tan famosos se han hecho en internet.
Como tampoco tienen en cuenta de que si la plaga ya estuvo allí, puede volver a salir cuando menos te lo esperes…
¿Qué valor le resta esto al inmueble?
Recuerda siempre revisar las últimas actas de la comunidad, por lo que pueda pasar.
Son un punto de información muy valioso para conocer más en detalle nuestro futuro inmueble.
Una reserva perdida por no hacer las cosas bien
Esta historia es breve pero tiene un valor detrás muy importante.
Una vez llegó a una de las inmobiliarias de uno de los socios del Club una persona que tenía una petición fuera de lo común:
‘¿Podéis revisar este contrato de reserva?’
Hemos revisado mucha documentación pero justamente revisar una reserva es algo que no suele ser lo normal.
Era una operación entre particulares, nada extraño.
Lo que sucedió fue que el comprador entregó una reserva de 1.000€ para bloquear la vivienda.
Pero… ¿Sabes qué pasó?
Que a los pocos días encontró una mejor.
Pero no pusieron en el contrato de reserva que se podía echar atrás en un plazo determinado sin justificación ninguna.
Se le olvidó incluir cualquier cláusula que te permita tener una salida.
Si vas a reservar alguna vez una vivienda, asegúrate de poder echarte atrás antes de firmar las arras.
Es probable que a la larga termines ganando el juicio si decides denunciar pero ya es tiempo que pierdes y posibilidad de tener el dinero en otras operaciones.
Y si ya entras en contratos de arras, recuerda esto:
Una cláusula que si no encuentras financiación puedes echarte atrás.
Una cláusula que por una entrega superior puedes tener una prórroga de 1 o 2 meses más.
Siempre hay que tener todo atado para que no haya lugar a duda.
Se te ve el plumero, jefe.
Esta anécdota le sucedió a uno de nosotros hace justo 3 semanas.
Todo comienza como siempre con una captación en exclusiva donde el propietario confía y conoce el trabajo que hay detrás de una compraventa.
Un propietario que prefiere delegar todas las tareas que hay en una persona de su confianza.
El precio que se puso era de mercado, como un buen asesor hace siempre que el propietario le diga que no quiere que la venta se eternice.
En el primer día de visitas, 3 personas se interesaron por la vivienda.
2 de ellas fueron a hablar con su banco (que si actúas así ya te adelanto que lo estás haciendo mal y en la próxima edición te contaré por qué) y la última fue a buscar al propietario.
Buscó por tierra mar y aire hasta que se enteró de quien era.
Para saltarse los honorarios de la inmobiliaria.
¿Sabes que hizo el propietario?
Le pasó el teléfono de su persona confianza y le dijo:
‘Esto lo lleva él directamente, si quieres hacer alguna oferta o cerrarlo aquí tienes su teléfono’.
Esta persona tenía la oferta más alta de las 3.
Por 1.000€ se quedó finalmente con la vivienda si no llega a ser porque las otras 2 personas interesadas no subieron.
Pero algo estaba claro, si llegan a igualar la oferta, esa persona se hubiese quedado sin la vivienda.
Entiendo que en algún momento decidas intentar ahorrar a costa del trabajo de otra persona.
Es totalmente entendible.
Pero ten cuidado.
Nunca se sabe si el propietario confía mucho en la inmobiliaria que lo lleva y te delatan.
Y si de verdad te gusta el inmueble pero no llegas a la máxima oferta, vas a perderlo porque no se van a preocupar en darte tiempo.
O en volver a escucharte.
Los verdaderos inversores inmobiliarios saben que un agente o comercial son una parte fundamental de su negocio, unos colaboradores de lujo a los que hay que tener cerca siempre.
Como siempre decimos, no hay nada mejor que llevarse bien con un asesor inmobiliario, siempre te pasará las mejores oportunidades antes que al resto.
Y eso se traduce en dinero.
Nos leemos pronto,
El Club Inmobiliario.